El Gobierno de Estados Unidos anunció que utilizará el fondo de emergencia del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) para cubrir la mitad de los subsidios destinados a los 42 millones de estadounidenses que dependen de este beneficio para comprar alimentos.
La medida busca paliar el impacto del cierre parcial del Gobierno federal, que ha paralizado la distribución de ayudas desde el sábado anterior. Según el Departamento de Agricultura, los fondos de contingencia ascienden a 4.650 millones de dólares, suficientes para financiar cerca del 50% de las asignaciones previstas para noviembre.
El Departamento de Justicia confirmó que el Ejecutivo “cumplirá su obligación de gastar la totalidad de los fondos de contingencia del SNAP”. No obstante, advirtió que el dinero no alcanzará para nuevos solicitantes ni asistencia en casos de emergencia, dejando al programa sin margen de maniobra si el cierre se prolonga.
La decisión fue tomada tras la orden de dos jueces federales que exigieron al Gobierno destinar los recursos disponibles a los beneficiarios del programa. Inicialmente, el Departamento de Agricultura había descartado usar los fondos de emergencia para mantener el SNAP durante el cierre.
El cierre gubernamental —que este lunes alcanzó 34 días, a un paso de convertirse en el más largo de la historia— mantiene enfrentados a republicanos y demócratas, que se acusan mutuamente del estancamiento. Mientras los liberales piden extender subsidios sanitarios y mantener los programas de asistencia, los republicanos presionan para reabrir el Gobierno antes de negociar nuevos fondos.
Está prevista una nueva votación en el Senado para intentar aprobar un presupuesto provisional, aunque no se esperan cambios respecto a los trece intentos fallidos anteriores.
