Nueve directores, incluyendo a Honduras, no confían en la información recibida
Nueve directores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), incluyendo la representación hondureña, escribieron una carta dirigida a los gobernadores de esa institución, para expresar su “suma preocupación sobre los parámetros de administración y financieros del Banco, y las serias inquietudes generadas sobre su adecuada gobernanza”.
La carta la firman Maximiliano Ricardo Alonso, director por Argentina, así como sus colegas Jorge Mariné Brandi (España); Julio Luis Jacome Arana (Colombia); Hugo Martínez Rebulla (Guatemala); Ricardo Trejos Lalli (Costa Rica); Catherine Chang Carías (Honduras); Luis Rodríguez Villacorta (El Salvador); Jorge Saggiante (México) y Carlos Arosemena Argüelles, (Panamá).
Al BCIE se le cuestiona la aprobación de créditos blandos a algunos países, como Honduras donde se aprobaron $70 millones que fueron destinados al pago de bonos a población de bajos ingresos, previo a las elecciones generales de finales de noviembre.
La carta enviada por el Directorio hace referencia a “la falta de transparencia” en la información que les presenta la Administración, y que solo se enteraron de ello “dada la forma precipitada en que se ha expuesto el deterioro del Índice de Capital Ajustado por Riesgo (RAC)”.
El RAC es un índice que se usa para evaluar la capacidad de una institución financiera para continuar funcionando en caso de una recesión económica. Si bien para el caso del BCIE se considera que su valor debe ser superior a 15, el RAC ha caído de forma sistemática, desde el 17 en que se encontraba en diciembre de 2019, al 16 en diciembre de 2020, desde donde ha disminuido para permanecer en 13.4 en este momento.
El RAC no es el único indicador que muestra un deterioro constante, toda vez que el Índice de Rentabilidad Financiera se ha desplomado desde el 7.42% que marcaba en 2018, hasta el 2.68% en octubre de 2021.
A eso se suma que “el Ingreso Financiero Neto con relación a los Activos Productivos, pasó de 2.37% en el año 2018 a 1.83% al cierre de octubre de 2019, y la utilidad pasó de 223.5 millones de dólares en 2018, a reportar 83.6 millones a octubre de 2021”, lo que podría conducir a “una eventual caída de la solidez financiera con que había venido contando la institución en la última década”, señalan los directores.
La carta muestra que los remitentes no están hablando solo de un deterioro de la situación financiera del Banco, sino de un intento sistemático por presentarles datos alternativos.
“Los informes expuestos por la Administración al Directorio mostraban resultados positivos mes a mes. Sin embargo, ahora se recibe con sorpresa, la comunicación que los indicadores son adversos al rating institucional, trasladando la responsabilidad de los riesgos generados, a la concentración soberana y otras razones que pudieron anticiparse y gestionarse desde períodos atrás”, detallan.
Sin sacrificio de los países
“La Administración ha insistido en diversas prácticas, cuyo objeto es impedir que se cuente con los insumos necesarios para que se puedan ejercer de forma adecuada, las funciones que corresponden a los directores, no solo en cuanto a las decisiones correspondientes a la estrategia de la institución y las operaciones, sino de la supervisión de la actividad de la Administración”, reiteran en el escrito.
Los firmantes recuerdan a los gobernadores que “la Administración, muy recientemente elaboró un plan de acción para la regularización del RAC; sin embargo, este no llenó las expectativas de los directores, puesto que restringía el apoyo oportuno a los países”, insistieron.
Ante la situación planteada, los directores requirieron que “la Administración elabore un plan de acción creíble y alcanzable”.
Este plan debería ayudar a recuperar el balance entre “atender las necesidades de los países, y la solidez financiera”, planteando la elaboración de un estudio que analice a profundidad “la dinámica de la gobernanza de la institución, así como la elaboración de un plan de acción para analizar y atender, de considerarse necesario, las recomendaciones”.
Una vez elaborado ese plan, recomiendan conformar un panel externo de tres expertos internacionales, “para hacer un diagnóstico del Banco que posibilite generar la confianza necesaria para la toma de decisiones del Directorio, y que les permita determinar con certeza, los ajustes requeridos para mejorar la gestión del Banco”.
La entidad fue fundada en 1960, El BCIE fue fundado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, y se amplió para incluir a otros socios regionales (Panamá, Belice y Dominicana), y extrarregionales (Argentina, Colombia, México, Cuba, España, Corea y Taiwán).
En este momento, es la principal fuente de recursos para Centroamérica, al punto que “cerca del 50% de los desembolsos de la banca multilateral… de los últimos 17 años, provienen del BCIE”, según una publicación oficial del mismo Banco.