El Partido Demócrata de Estados Unidos ganó dos escaños al Senado por Georgia, y con ello consiguieron la mayoría en el Senado federal, asestando al presidente Donald Trump una dura derrota en sus turbulentos últimos días en el cargo y mejorando las perspectivas de la agenda progresista de Joe Biden.
Jon Ossoff y Raphael Warnock, contrincantes demócratas que representaron la diversidad de la coalición de su partido, derrotaron a los republicanos David Perdue y Kelly Loeffler dos meses después de que Biden se convirtiera en el primer candidato presidencial demócrata en ganar el estado desde 1992.
Warnock, quien fue pastor para la misma iglesia de Atlanta donde predicó el reverendo Martin Luther King Jr., se convierte en el primer afroestadounidense de Georgia elegido al Senado. Y Ossoff se convierte en el primer senador judío del estado y en el miembro más joven de la cámara alta, con 33 años.
Estaba previsto que los comicios de esta semana constituyeran el cierre formal de la tempestuosa temporada electoral 2020, aunque el triunfo demócrata fue eclipsado por el caos y la violencia en Washington, donde los partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio federal para impedir que el Congreso certificara la victoria de Biden.
La irrupción del miércoles generó críticas para Trump dentro de su propio partido, y combinada con los resultados en Georgia, se convirtió en uno de los días más oscuros de la divisiva presidencia del mandatario.
Las dos victorias de los demócratas en Georgia representaron un viraje en la política estatal derivado del aumento en el número de electores de nivel universitario que hicieron valer su poder en la región del Viejo Sur. También fortalecieron la transformación de Georgia, alguna vez un estado sólidamente republicano.
En un emotivo discurso el miércoles en la mañana, Warnock prometió trabajar para todos los georgianos hayan o no votado por él, citando su experiencia personal con el sueño americano. Su madre, dijo, solía “recoger el algodón de alguien más” cuando era adolescente.
Loeffler, que continúa siendo senadora hasta que los resultados de los comicios del martes estén finalizados, regresó el miércoles en la mañana a Washington para integrarse a un pequeño grupo de senadores que tenían previsto impugnar el voto del Congreso que certificará la victoria de Biden. Loeffler no tuvo oportunidad de expresar sus objeciones antes de que los manifestantes violentos irrumpieran en el Capitolio.