Para TikTok, el reloj ha empezado a correr en su lucha existencial por evitar una prohibición estadounidense. La legislación que obliga a los propietarios chinos de la aplicación a vender ha sido aprobada por el Congreso de Estados Unidos, y culminada por la aprobación del Senado.
El Presidente Joe Biden firmó la ley este miércoles, iniciando una cuenta de 270 días para una venta o una prohibición estadounidense de la popular plataforma de intercambio de vídeos.
TikTok y ByteDance, con sede en Pekín, han prometido hacer todo lo posible para detener la medida. Argumentan que vulnera los derechos de libertad de expresión de los 170 millones de usuarios mensuales de la aplicación en EE UU y planean presentar demandas para anular la ley o al menos retrasar su aplicación.
“Creemos que los hechos y la ley están claramente de nuestro lado, y al final prevaleceremos”, declaró TikTok el miércoles en un post en X. La firma de Biden culminó años de escrutinio en Washington, donde reguladores y legisladores de ambos partidos han expresado su creciente preocupación por que la propiedad china de TikTok suponga un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Los defensores del proyecto de ley afirman que el gobierno chino utiliza TikTok como herramienta de propaganda y podría exigir a ByteDance que compartiera los datos de los usuarios estadounidenses, acusaciones que la empresa y los funcionarios de Pekín han negado.
Con la batalla legal a punto de desencadenarse, los usuarios estadounidenses de TikTok se enfrentan a una oleada de incertidumbre sobre un lugar donde expresarse a través del vídeo, ganar dinero como influencers o vender productos en TikTok Shop. De aplicarse, la prohibición de TikTok podría interrumpir “un canal fundamental para llegar al público más joven y aumentar la visibilidad de las marcas”, afirma Damian Rollison, director de estudios de mercado de Soci.
“El formato único de TikTok ha permitido a las empresas mostrar productos y servicios de forma creativa, aprovechando las tendencias y los contenidos generados por los usuarios para conectar con clientes potenciales”, afirma Rollison.
TikTok ha esgrimido argumentos económicos contra la ley, alegando que los creadores de contenidos y los comerciantes que viven de publicar vídeos y vender productos se verían perjudicados económicamente. Aunque muchos de los legisladores estadounidenses que respaldaron la recién aprobada ley federal creen que sobrevivirá a la revisión judicial, algunos grupos de defensa de los derechos afirman que la Primera Enmienda será un obstáculo más difícil de salvar.
“El gobierno puede decir que una empresa extranjera no puede hacer negocios en EE UU, pero es más difícil cuando la empresa extranjera es un sistema de comunicaciones que los usuarios de EE.UU. utilizan para comunicarse entre sí”, dijo David Greene, director de libertades civiles de la Electronic Frontier Foundation, en una entrevista. “Eso tiene problemas legales diferentes”.
Cuando Montana aprobó en 2023 una ley que ilegalizaría TikTok en el estado, la empresa y un grupo de creadores de contenidos presentaron demandas por separado, alegando que la medida estatal violaba los derechos de libre expresión recogidos en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. La empresa financió la demanda de los usuarios, según el New York Times. El juez que revisa el caso bloqueó la prohibición antes de que pudiera entrar en vigor.
¿Qué hará TikTok desde China?
ByteDance considera que la desinversión en TikTok es el último recurso, según personas familiarizadas con el asunto. La matriz de TikTok espera poder conseguir una orden de restricción de la legislación, y después librar una batalla legal que podría durar más de un año, según ha informado Bloomberg.
“Seguiremos luchando”, dijo Michael Beckerman, jefe de política pública de TikTok para las Américas, en un memorando al personal de EE.UU. esta semana pasada. “Este es el principio, no el final de este largo proceso”.
Si TikTok no puede frenar la aplicación a través del sistema legal, otra oportunidad de evitar una separación puede residir en una nueva administración. La firma de la ley por Biden el miércoles sitúa el plazo de desinversión en el 19 de enero, un día antes de la próxima investidura presidencial.
Según el proyecto de ley, Biden tiene la opción de ampliar ese plazo 90 días más si ve progresos hacia una venta. De este modo, la posible prohibición se prolongaría hasta bien entrado el próximo mandato presidencial.
El oponente de Biden en las elecciones de noviembre, Donald Trump, se ha mostrado recientemente en contra de una prohibición de TikTok, alegando que podría impulsar a su rival Meta Platforms, que ya había suspendido a Trump de sus plataformas. Para Trump, esto supuso un cambio respecto a su decisión de prohibir la aplicación mediante una orden ejecutiva de 2020 que fue posteriormente anulada por los tribunales federales.
A los partidarios del proyecto de ley no se les pasó por alto la sensibilidad política de dirigirse a una plataforma de redes sociales popular entre los usuarios más jóvenes durante un año electoral en Estados Unidos.
El senador demócrata por Virginia Mark Warner, presidente del Comité de Inteligencia, declaró el martes antes de la votación: “No se trata de quitaros la voz”. “A los jóvenes estadounidenses quiero decirles que escuchamos su preocupación. Esperamos que TikTok continúe bajo una nueva propiedad”.