La OCDE, Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, midió el estado de la salud en América Latina y el Caribe entre 2020 y 2021, luego de concluir que la región fue la más afectada del mundo por la pandemia, con 2.3 millones de muertes en exceso (la diferencia entre las muertes esperadas y las estimadas).
Aunque en la mayor parte de la región hubo una buena respuesta de atención médica y mejores indicadores de salud pública que permitieron que se extendiera la esperanza de vida en viarios países de la región, Honduras está entre los países con mayor impacto negativo.
Honduras está entre los países en los que bajó la esperanza de vida y es más débil si se comparan los datos desde 2000 frente a 2021, pasando de 75.4 a 70.7 años. La Ocde hace énfasis en que temas como menor acceso al agua, débiles sistemas de salud y atención médica están contribuyendo a estas cifras.
Latinoamérica con avances
La mayor expectativa de vida está en Chile (81 años), seguido de Costa Rica (80,8), Barbados (79,3) y Cuba (78,9). El promedio en América Latina y el Caribe saltó las últimas dos décadas de 71,2 años a 75,1; entre la media general de la Ocde esta quedó en 80,4 años.
Para el club de las buenas prácticas la tragedia del covid-19 en su momento intervino en estos números, de hecho reconocen que habría sido aún mayor si no se hubieran adoptado medidas de salud pública a gran escala y si la población no se hubiera adherido firmemente a ellas.
Por ejemplo, a mediados de 2020, 78% de la población de la región declaraba utilizar mascarilla casi todo el tiempo cuando estaba en público, una cifra superior al 54% notificado en los países de la Ocde en ese momento. Además, en toda la región, 80% de la población estaba dispuesta a vacunarse en 2021.
Los países con un bajo exceso de mortalidad fueron Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, con 34% menos de exceso de muertes que la media de la Ocde. Estos países desplegaron campañas de vacunación e información pública con mayor rapidez y mantuvieron las medidas de contención de la salud pública en 2021.
La mortalidad fue especialmente elevada en Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Perú y San Vicente y las Granadinas. Estos países sumaron 48% del exceso de muertes en la región mientras que sólo cuentan con el 29% de su población.
Mirando hacia el futuro, “los sistemas sanitarios de Latinoamérica y el Caribe tienen que prepararse mejor para las crisis futuras, sobre todo las asociadas al cambio climático. Por ejemplo, las muertes anuales de adultos de 65 años o más atribuibles a la exposición al calor en la región aumentaron en promedio casi 240% y sin embargo sólo cuatro de los 23 países informaron que contaban con un sistema de alerta temprana para las enfermedades relacionadas con el calor”.