Banco Mundial prevé que precio de materias primas caigan 12% en 2025

Los precios de la energía disminuirían 17% este año, hasta el nivel más bajo en cinco años

El último informe del Banco Mundial ‘Perspectivas de los Mercados de Productos Básicos’, advierte que el débil crecimiento económico coincide con una abundante oferta de petróleo, por lo que se espera que los precios mundiales de los productos básicos caigan a su nivel más bajo de la década de 2020.

El descenso podría moderar los riesgos de inflación a corto plazo derivados del aumento de las barreras comerciales, pero también podría obstaculizar las perspectivas de progreso económico en dos de cada tres economías en desarrollo.

El Banco prevé que los precios mundiales de las materias primas se desplomen 12% en 2025 y 5% adicional en 2026, cayendo a niveles no vistos desde 2020. En términos nominales, los precios seguirían siendo más altos que antes del inicio de la pandemia. Ajustados a la inflación, sin embargo, es probable que caigan por primera vez por debajo de la media que prevaleció de 2015 a 2019.

Esto marcaría el final de un auge impulsado por la recuperación de la economía mundial tras la pandemia de covid-19 y la invasión rusa de Ucrania en 2022.

Agregaron que el debilitamiento de las perspectivas de crecimiento representa la última sacudida que sufre la economía mundial en lo que está resultando ser una década extraordinariamente tumultuosa para los mercados de materias primas. 

El Banco Mundial dijo que la volatilidad de los precios de las materias primas ha sido mayor que en cualquier otra década anterior, al menos desde los años setenta. Queda por ver si esto marca el comienzo de una era más turbulenta para los mercados de materias primas. Pero la confluencia de tensiones comerciales, conflictos, riesgos geopolíticos y frecuentes perturbaciones meteorológicas lo hace más probable.

“La subida de los precios de las materias primas ha sido una bendición para muchas economías en desarrollo, dos tercios de las cuales son exportadoras de materias primas”, afirmó Indermit Gill, economista jefe y vicepresidente principal de Economía del Desarrollo del Grupo del Banco Mundial.

“Pero ahora estamos asistiendo a la mayor volatilidad de precios en más de 50 años. La combinación de alta volatilidad de precios y precios bajos augura problemas. Las economías en desarrollo tendrán que tomar tres medidas para protegerse: primero, restaurar la disciplina fiscal; segundo, crear un entorno más favorable a las empresas para atraer capital privado; tercero, liberalizar el comercio allí donde exista la oportunidad”, agregó.

Los precios mundiales de las materias primas llevan cayendo desde 2023, lo que ha contribuido a moderar la inflación general en todo el mundo. Por ejemplo, el Banco explicó en su informe, que la subida de los precios de la energía añadió más de 2 puntos porcentuales a la inflación mundial en 2022.

En 2023 y 2024, sin embargo, el descenso de los precios de la energía contribuyó a reducir la inflación. Esta tendencia a la baja de los precios de la energía se intensificará este año, lo que podría mitigar algunos de los efectos de la subida de las tarifas en las principales economías.

Energía y alimentos

Se espera que los precios de la energía disminuyan 17% este año, hasta el nivel más bajo en cinco años, antes de caer 6% adicional en 2026. Además, se espera que los precios del crudo Brent alcancen una media de $64 por barril en 2025, lo que supone un descenso de $17 con respecto a 2024, y de $60 en el próximo año.

Se espera que los precios del carbón caigan 27% este año y 5% adicional en 2026, a medida que se ralentice el crecimiento del consumo de carbón para la generación de electricidad en las economías en desarrollo.

Estas perspectivas reflejan las expectativas de un crecimiento económico más débil, así como una ralentización a largo plazo de la demanda mundial de petróleo. En 2025, se espera que la oferta mundial de petróleo supere a la demanda en 0,7 millones de barriles diarios.

La rápida adopción de vehículos eléctricos también ha frenado la demanda de petróleo: en China, el mayor mercado automovilístico del mundo, más de 40% de los vehículos nuevos comprados el año pasado eran carros impulsados por baterías o híbridos. Esta proporción es casi tres veces superior a la de 2021.

También se prevé un retroceso de los precios de los alimentos, que caerán 7% en 2025 y 1% adicional en 2026. Aun así, las Naciones Unidas estiman que la inseguridad alimentaria aguda en algunas de las zonas más afectadas del mundo se intensificará este año, afectando a 170 millones de personas en 22 economías altamente vulnerables. La caída de los precios de los productos alimentarios básicos debería proporcionar cierto apoyo a los esfuerzos humanitarios, especialmente en un contexto de reducción de la financiación humanitaria.

Además, el Banco Mundial espera que el precio medio del oro -una opción muy popular entre los inversionistas que buscan «refugio seguro»- marque un nuevo récord este año antes de estabilizarse en 2026. El oro goza de un estatus especial entre los activos, ya que suele subir de precio en periodos de incertidumbre geopolítica y política, incluidos los conflictos.

En los próximos dos años, se espera que los precios del oro se mantengan en torno a 150% por encima de la media de los cinco años anteriores a la pandemia de covid-19. Por el contrario, se espera que el precio de los metales industriales caiga en 2025 a 2026, al debilitarse la demanda en medio de las crecientes tensiones comerciales y la persistente debilidad de la actividad en el sector inmobiliario chino.

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