Las grandes petroleras de todo el mundo caen este lunes en bolsa ante el hundimiento del crudo, que cede con fuerza como reacción al ataque que este fin de semana Israel ha realizado sobre objetivos iraníes, que ha sido más moderado de lo esperado por los analistas.
En el mercado español, Repsol se ha ubicado como uno de los peores valores del Ibex 35 con caídas del 1,6%, mientras que también han registrado caídas destacadas otras compañías del sector como Shell (-1,5%), Exxon (-1%) y Chevron (-0,6%).
Samer Hasn, analista senior de mercado de XS.com, asegura que “la caída de hoy de los precios del petróleo refleja una reevaluación de los riesgos geopolíticos en Medio Oriente, tras el reciente ataque de Israel, que evitó atacar instalaciones petroleras o nucleares, aliviando las preocupaciones sobre la seguridad de los suministros de crudo”.
“Las conversaciones anteriores sobre la posibilidad de atacar las instalaciones críticas de Irán y la posible interrupción de los suministros de crudo de Irán, o de los países de la región, como resultado de una escalada de la guerra habían provocado temores en los mercados, y habían hecho subir los precios durante algún tiempo”, añade.
De cara al futuro, las conversaciones giran ahora sobre “las características de la próxima ronda de escalada, que tendrá lugar después del final de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se cree que influyeron en la decisión sobre la naturaleza del ataque para impedir que los precios del petróleo subieran simultáneamente”.
Por su parte, George Pavel, gerente general de Capex.com en Oriente Medio, apunta que “mientras tanto, las perspectivas de demanda de petróleo, particularmente en Asia, siguen siendo débiles”.
“Se espera que las cifras de importación de octubre disminuyan en comparación con los meses anteriores, y que una disminución notable de las importaciones de crudo chino afecte las perspectivas generales de la demanda. Aunque hay cierta esperanza de que las medidas de estímulo económico de China reaviven su economía, es posible que centrarse en el gasto de los consumidores y los vehículos eléctricos no aumente significativamente el consumo de petróleo crudo”, agrega.
La débil demanda, continúa, “podría hacer bajar aún más los precios mundiales del crudo, especialmente si la OPEP+ sigue adelante con sus planes de aumentar la producción”.