El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el desembolso por $800 millones en favor de la Argentina, “para apoyar los esfuerzos de las autoridades por afianzar el proceso de desinflación, reconstruir las reservas fiscales y externas y apuntalar la recuperación”.
Según el análisis del organismo, el programa sigue “firmemente encaminado, habiéndose cumplido con margen todos los criterios cuantitativos de rendimiento para finales de marzo de 2024”, en referencia a las metas fiscales, de eliminar el financiamiento monetario al Tesoro y la acumulación de reservas.
Sin embargo, el FMI advierte que “para mantener el progreso es necesario mejorar la calidad del ajuste fiscal, dar los primeros pasos hacia un marco mejorado de política monetaria y cambiaria, y aplicar reformas para desbloquear el crecimiento, el empleo formal y la inversión”.
En línea con los reclamos que le hicieron al Gobierno desde la plana mayor del organismo, como la directora gerente Kristalina Georgieva, su segunda Gita Gopinath y el jefe para América latina Rodrigo Valdés, el Fondo insistió en que “será necesario proseguir los esfuerzos para apoyar a los más vulnerables, ampliar el apoyo político y garantizar la agilidad en la formulación de las políticas”.
La definición llegó luego de que se aprobara la Ley Bases en el Senado, aunque con cambios que llevarán a un nuevo paso por Diputados. El staff técnico del FMI había dado luz verde tras su evaluación el 13 de mayo y le llevó al directorio un mes confirmar el desembolso. El Fondo esperaba el test en el Congreso porque uno de los puntos que siempre enfatiza es que las medidas tengan “amplio apoyo” social y político.
El dólar y el cepo
El Directorio aprobó exenciones de incumplimiento (waivers) para una nueva restricción cambiaria y múltiples prácticas cambiarias en el contexto de cierta flexibilización de las restricciones al pago de dividendos.
Tras la aprobación, el Ministerio de Economía indicó que con la liberación del desembolso de 600 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), equivalentes a alrededor de $790 millones, se supera la próxima amortización al FMI (julio de 2024) de aproximadamente $645 millones.
“El pago previsto para julio es el último pago de amortización al FMI contemplado dentro del marco del programa actual que vence en noviembre 2024. A partir de ese pago y durante los próximos 2 años (hasta septiembre de 2026) Argentina no enfrenta más vencimientos de amortización de principal con el FMI”.
En ese contexto, la reunión del presidente Javier Milei con la titular del Fondo Georgieva este viernes en el G7 busca ser el puntapié inicial para la negociación de un nuevo programa que financie la salida del cepo cambiario.
Esta semana el ministro Luis Caputo adelantó que tras la octava revisión se comenzará a negociar el nuevo programa. El Gobierno busca $15.000 millones para financiar la salida del cepo, que podrían darse entre una combinación de fondos del FMI y otros organismos multilaterales como el Banco Mundial o el BID.