La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado a la baja, por segundo mes consecutivo, su previsión de la demanda global de petróleo en 2024, a la vista de la caída del consumo en los últimos meses en Europa y Estados Unidos y una notable ralentización del crecimiento en China.
En su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este miércoles, la AIE señala que en el conjunto de este año esa demanda aumentará en apenas 950.000 barriles diarios respecto a 2023, es decir, 100.000 menos de lo que había estimado en mayo.
Para 2025 anticipa una aceleración de la progresión, pero mínima, de un millón de barriles diarios. Eso significa que el mercado absorberá de media 103,2 millones de barriles cada día este ejercicio y 104,2 millones el próximo.
Si en mayo ya había corregido a la baja sus expectativas para 2024 en 140.000 barriles diarios, ahora lo hace teniendo en cuenta las cifras del consumo en marzo: una caída interanual de 815.000 barriles diarios en los países de la OCDE que no pudo ser compensada con el incremento de 650.000 en el resto del mundo.
Además, los datos preliminares para abril y mayo apuntan a una tendencia que se ha podido incluso acentuar por China: el crecimiento en el gigante asiático, que había sido de 800.000 barriles diarios durante el primer trimestre, pero sólo de 95.000 en abril.
Otro factor importante en el mercado, que ya ha tenido su traslación en los precios, que han bajado en las últimas semanas respecto al pico de abril, es el aumento de las reservas por el doble efecto de un aumento de la producción y la debilidad de la demanda.
En abril, las reservas globales subieron en 19,3 millones de barriles y los datos -todavía incompletos- de mayo apuntan a un nuevo crecimiento de 48,2 millones.
Por lo que respecta a la oferta, la AIE ha ajustado también sus perspectivas para tener en cuenta los últimos movimientos y estima que este año aumentará en 690.000 barriles diarios de media, con un tirón de 1,4 millones de los países productores que no pertenecen al cártel OPEP+.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados (básicamente Rusia) han tenido que matizar su anuncio sobre el fin de sus recortes voluntarios, para puntualizar que podría ser congelado en función de las condiciones del mercado.
Por eso la AIE (que reúne a los grandes países consumidores miembros de la OCDE) cree que el saldo final será una contracción de sus bombeos en 2024.
Para 2025, anticipa un incremento global de la oferta de 1,8 millones de barriles, de los cuales sólo 320.000 del cártel OPEP+ y 1,5 millones del resto de los productores (con Estados Unidos de nuevo a la cabeza).