En las inmediaciones del Parque Nacional La Tigra, en el sector de El Chimbo carretera a Santa Lucia y Valle de Ángeles en Francisco Morazán, se construyen una serie de proyectos inmobiliarios que abren el debate sobre el desarrollo económico y la conservación ambiental.
El último proyecto aprobado, hay varios en la zona, es el de Condado Santa María el cual incluye, en su primera etapa, el complejo residencial Bosques de Santa María.
Los terrenos y la inversión es de las familias Pierrefeau y Midence, quienes cuentan con los permisos ambientales y de construcción de la Secretaría MiAmbiente y de la Alcaldía Municipal.
El proyecto original incluye otras inversiones que ya están en ejecución, como el Instituto Liceo Franco, además de un hotel de Montaña, lotes comerciales, siembra de bosques y una calle que uniría El Hatillo con el municipio de Valle de Ángeles.
Las obras residenciales han generado la protesta de vecinos del sector y de las ONG ambientales que argumentan problemas de agua en la zona y destrucción del bosque. Al respecto, Guy de Pierrefeau, representante y socio inversionista, respondió las consultas y alcances del proyecto.
Ustedes tiene un plan de inversión inmobiliaria en su propiedad en las cercanías de La Tigra, ¿Qué contempla ese plan y cuánto suman las inversiones? Es un proyecto que sus tres etapas se van a desarrollar en un plazo de más o menos 20 años. Inicialmente se invertirá un monto estimado de más de 1,300 millones de lempiras y generando más de 5,000 empleos directos.
En su diseño total incluye zonas de construcción de viviendas y un hotel ecológico de Montaña en las partes medianas y altas y en la parte baja se diseñaron edificios multiusos que incluirán comercios, oficinas, apartamentos y instalaciones deportivas.
También se diseño una iglesia, una escuela (Liceo Franco Hondureño el cual ya está en construcción), áreas de esparcimiento y muchas áreas verdes. También hay varios reservorios de agua que captaran las aguas de lluvia y quebradas superficiales que existen actualmente.
Ustedes son dueños de 500 hectáreas en la zona de La Tigra y se denuncia que quieren construir dentro de la zona de amortiguamiento, ¿es cierto eso? Lo primero que se debe aclarar es que no hay proyecto previsto o en construcción en La Tigra. El terreno en el cual se está construyendo el proyecto Bosques de Santa María está fuera de la zona cubierta por La Tigra.
El terreno donde se va a desarrollar el proyecto (total) tiene una extensión de 499.72 hectáreas, de las cuales, 96.21 situadas en el extremo noreste de la propiedad, en el sector de “El Trigo”, que se encuentran dentro de la zona de amortiguamiento (ZA) del Parque Nacional La Tigra. Estas 96.21 hectáreas representan un 0,58% de la ZA. No obstante, se aclara que no se está trabajando en este sector de la propiedad y que no hay planos aprobados para tocar esa zona. Tampoco existe propiedad de la empresa en la Zona Núcleo.
Los vecinos y las ONG cuestionan el impacto ambiental sobretodo en el agua de la zona, ¿De dónde saldrá el agua para el proyecto? Aquí también hay mucha información equivocada que anda circulando. El agua que produce La Tigra se produce principalmente en la zona núcleo con algunas fuentes secundarias en la zona de amortiguamiento. Todas estas fuentes son fuentes superficiales que se sitúan a una altura promedio de 1700 metros sobre el nivel del mar. Ninguna de estas fuentes superficiales de encuentra cerca del área a desarrollarse del proyecto Condado Santa Maria y ni siquiera del pedazo de la propiedad que está en la Zona de amortiguamiento que pertenece a la empresa desarrolladora (Compañía Inmobiliaria Centroamericana) y que se mantendrá como Zona de Conservación,
Desde un inicio de la planificación del proyecto Condado Santa Maria el SANAA dejo claro que no podría suministrar agua para este desarrollo. Por lo tanto se trabajo para buscar soluciones alternas perforando pozos que están a 1070 MSNM o sea a kilómetros de La Tigra y mucho más abajo (700 metros) que las fuentes de la Tigra y por lo tanto no las afectan.
También se diseño varios reservorios que van a captar aguas de lluvia en los terrenos de la empresa y además se diseño una planta de tratamiento de aguas usadas que va a permitir reciclar estas aguas para uso de riego y servicios sanitarios. Esto va a permitir reducir sustancialmente los requisitos de agua a sacar de los pozos que están ubicados en el terreno de la empresa.
Las autoridades dicen que sus permisos son correctos, pero existe un informe preliminar que estaba en contra del proyecto, ¿qué opina al respecto? La Ley General del Ambiente, los términos de referencia o el alcance del estudio pueden ser sugeridos ya sea por el mismo prestador de servicios ambientales o por MiAmbiente a través de una instancia conocida como el Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SINEIA).
En el caso partícula que nos ocupa, estos términos fueron originalmente propuestos por nuestro prestador de servicios ambientales. No obstante, cuando se hizo la inspección previa al sitio del proyecto por parte de los miembros del SINEIA (MiAmbiente, Amitigra, ICF, Copeco, AMDEC… Etc.), éstos determinaron que, por la cercanía del proyecto con la zona de amortiguamiento del Parque Nacional La Tigra, se debían de hacer estudios complementarios con el objeto de garantizar, en todo momento, la conservación del área protegida.
Todo esto consta en el acta de la visita inicial al proyecto realizada a mediados de 2015, mucho antes de la emisión de la licencia ambiental a inicios de 2016. Absolutamente todas las recomendaciones contenidas en esa acta inicial fueron atendidas y acreditadas ante MiAmbiente por la empresa desarrolladora del proyecto previo a la emisión de la licencia ambiental y que todo este proceso quedó registrado en la Resolución 0039-2016, mediante la cual MIAMBIENTE dictamina que el proyecto ha cumplido con todos los requisitos para la emisión de la licencia ambiental. Por lo tanto si hubo una opinión inicial contraria, pero las objeciones ahí incluidas fueron atendidas de manera satisfactoria para todas las entidades involucradas.
Aún así es visible el corte de árboles por la construcción, ¿qué establece el permiso otorgado por las autoridades? Efectivamente se tiene previsto cortar 1.250 arboles en las partes del terreno que son usados por las calles y bulevares, pero existe un compromiso con las autoridades de sembrar y darle mantenimiento a 3.750 arboles para compensar los cortados.
De hecho el programa de reforestación ya está en ejecución en colaboración con la Universidad UTH y incluye un plan global de reforestación casi diez veces mas grande. O sea coinciden los objetivos ambientalistas y los económicos lo que garantiza el cumplimiento de estos.
Vale la pena mencionar que en el proyecto se estará construyendo una calle que conectara a la zona del Hatillo con la carretera a Valle de Ángeles lo que permitirá descongestionar esa zona.
¿Qué opina sobre el secuestro de documentos del proyecto por parte de la Fiscalía y que se anuncie una investigación? Estamos muy satisfechos que la fiscalía del ambiente este realizando una investigación ya que esto va a permitir darle tranquilidad a todas las personas que están preocupadas por toda la información incorrecta que está circulando en relación al proyecto.
Desafortunadamente personas mal informadas han levantado una serie de acusaciones sobre el proyecto las cuales son completamente falsas. La fiscalía ya secuestro la información de las entidades que aprobaron los permisos y ya realizó una visita el proyecto para poder constatar los hechos de primera mano. Espero que pronto puedan presentar los resultados de la investigación para tranquilidad de todos los pobladores de Tegucigalpa y sus alrededores.