El temor a las deportaciones podría haber “incentivado” el envío de remesas, por lo menos en enero, al registrarse un alza interanual de 16%, según datos oficiales del Banco Central de Honduras (BCH).
Las remesas recibidas al 30 de enero fueron de “741.9 millones de dólares”, un alza de 193.4 millones en relación a la misma fecha del 2023 cuando sumaron 647.3 millones de dólares. El promedio de la última semana fue de 27.5 millones diarios, lo que elevaría la cifra a cerca de los $770 millones.
La cifra, que aceleró en los últimos 10 días de enero, supera la proyección del BCH de crecer un 5% este año. En los primeros 16 días del mes el crecimiento era de 7,8%.
Este incremento está favoreciendo el ingreso de divisas que es levemente menor a la salida de dólares.
Al 30 de enero, “el egreso de divisas fue de $1,647.4 millones, superior en 20,1% al monto observado en la misma fecha del año anterior; mientras que, el ingreso de divisas de los agentes cambiarios ascendió a $1,645 millones (mayor en 30,3% en comparación a la misma fecha del año previo)”, informó el BCH.
Siendo Estados Unidos el principal origen de las remesas, los analistas estiman que los envíos caerían en el transcurso del año por la dura política ntiinmigrante que está aplicando ese país.
Para Alejandro Kaffati, Oficial de Política Económica del COHEP, el gobierno debe preparse no solo para recibir los deportados, sino también para una eventual reducción de las remesas familiares.
“Entendemos que son más de 9.500 millones de dólares anuales, lo que representa el 25% del Producto Interno Bruto y en muchos casos representa la única fuente de ingresos para miles de hogares hondureños, así que tiene repercusiones tanto en la familia como en la economía nacional”, opinó.