El presidente entrante de la COP28, Sultan al-Jaber, inauguró hoy jueves la cumbre climática de la ONU de este año instando a los países y a las empresas de combustibles fósiles a colaborar para alcanzar los objetivos climáticos mundiales.
Los gobiernos se preparan para unas negociaciones maratonianas sobre la posibilidad de acordar, por primera vez, la eliminación progresiva del uso mundial de carbón, petróleo y gas, la principal fuente de emisiones que provocan el calentamiento global.
Jaber, que también es presidente ejecutivo de la petrolera nacional de Emiratos Árabes Unidos Adnoc, trató de dar un tono conciliador tras meses de críticas por su nombramiento al frente de la COP28.
En su discurso de apertura, Jaber reconoció que hay “fuertes opiniones sobre la idea de incluir lenguaje sobre combustibles fósiles y renovables en el texto negociado (…) Les pido que trabajemos juntos”.
“Es esencial que ningún asunto quede fuera de la mesa. Y sí, como he estado diciendo, debemos buscar formas y asegurar la inclusión del papel de los combustibles fósiles”, agregó.
Asimismo, alabó la decisión de su país de “comprometerse de forma proactiva” con las empresas de combustibles fósiles, y señaló que muchas petroleras nacionales habían adoptado objetivos de emisiones netas cero para 2050.
“Estoy agradecido de que se hayan unido a este viaje que cambia las reglas del juego”, declaró Jaber. “Pero debo decir que no es suficiente, y sé que pueden hacer mucho más”.
Fondo para catástrofes
Al inicio de la conferencia de la ONU sobre el clima, los delegados esperaban conseguir una victoria rápida sobre un fondo para catástrofes. La presidencia de la COP28 publicó a última hora del miércoles una propuesta para que los países adopten formalmente las líneas generales de un nuevo fondo de la ONU para los países pobres afectados por desastres climáticos como inundaciones extremas o sequías persistentes.
Un avance temprano en este fondo -que las naciones más pobres llevan años exigiendo- podría ayudar a aceitar el engranaje de otros compromisos que se alcancen durante la cumbre, con una duración prevista de dos semanas.
Algunos diplomáticos manifestaron su esperanza de que el proyecto de acuerdo sobre el fondo se apruebe con rapidez, y un delegado describió la posibilidad de objeciones en este momento como “abrir la caja de Pandora”. El acuerdo se elaboró a lo largo de muchos meses de duras negociaciones en las que participaron países ricos y en desarrollo.
El establecimiento del fondo permite a los países ricos empezar a comprometer dinero, y se espera que naciones como Alemania, Dinamarca y Países Bajos anuncien sus contribuciones en los próximos días, dijeron diplomáticos europeos.
La Unión Europea ha prometido una contribución “sustancial”, pero quiere que los países cuyas economías han experimentado un auge en las últimas décadas, como China y EAU, sigan su ejemplo.
“Todos los que tengan capacidad de pago deberían contribuir”, dijo el comisario climático de la UE, Wopke Hoekstra, que afirmó querer “ampliar la base de donantes más allá de los sospechosos habituales, simplemente porque eso refleja la realidad de 2023”.
Otra de las principales tareas de la cumbre será que los países evalúen sus progresos en el cumplimiento de los objetivos climáticos mundiales, sobre todo el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados.
Este proceso, conocido como balance mundial, debería dar lugar a un plan de alto nivel que indique a los países lo que tienen que hacer.