La segunda economía del mundo se expandió a un ritmo anual del 4,9% entre julio y septiembre, superando las previsiones de los analistas, que estimaban un crecimiento del 4,5%.
El gigante asiático esperaba números de este nivel desde hace varios meses, aunque todavía no se acerca al 6,3% que reportó en ese mismo periodo del año pasado. La aceleración de la economía china responde a un paquete de políticas que han ayudado a impulsar la recuperación.
China ya hizo las cuentas de lo que necesita para alcanzar el crecimiento económico objetivo para fin de año.
Según el subdirector de la Oficina Nacional de Estadísticas, Sheng Laiyun, en el último trimestre de 2023 China necesita superar por lo menos el 4,4 % de aumento del producto interno bruto (PIB) en términos anuales.
“Solo necesitamos crecer más de un 4,4 % en el cuarto trimestre para asegurarnos de que podemos alcanzar nuestro objetivo anual de un crecimiento de alrededor del 5 %. Desde esta perspectiva, tenemos mucha confianza en lograr nuestro objetivo para todo el año”, dijo Sheng en una conferencia de prensa en Beijing.
Además del dato del 4,9 % que sobrepasó las previsiones, en septiembre la actividad industrial también sorprendió al alza, lo que sugiere que la reciente oleada de medidas políticas está ayudando a impulsar la recuperación luego del lento crecimiento en las exportaciones y una debilitada demanda interna, producto de los estrictos confinamientos por la pandemia.
¿Por qué se ralentiza la recuperación económica en China?
Para tratar de despertar la adormecida economía, el Gobierno de Xi Jinping ideó varios estímulos por medio de una serie de políticas. Se desplegó un aumento en el gasto de la construcción de puertos y otras infraestructuras, el Banco Central recortó las tasas de interés y también se aliviaron las restricciones a la compra de vivienda.
Sin embargo, los economistas dicen que se necesitan reformas más amplias para abordar los problemas a largo plazo que están sofocando el crecimiento.