El saldo de las RIN (Reservas Internacionales Netas) del país se ubicó en 7.597 millones de dólares hasta el 21 de septiembre, cifra menor en “824.3 millones de dólares al observado al cierre de 2022”, cuando cerraron en $8.421 millones.
Según el Banco Central, la millonaria caída de las reservas se debe al pago del servicio de deuda pública de $676.4 millones y venta directa de divisas para importación de combustibles en $621 millones, “compensado” por compra neta de divisas de $336.3 millones y desembolsos de préstamos en $145.7 millones.
El problema este año es que la venta de dólares es mayor al ingreso de divisas, en especial por el menor aumento de las remesas y la caída de las exportaciones.
El egreso de divisas (venta en subasta de divisas realizada por BCH) fue de $13.204 millones (mayor en 1,1% en comparación a la misma fecha del año previo), destinado primordialmente a importaciones de bienes por $10.467 millones y de servicios por $2.262.9 millones.
Mientras el ingreso de divisas de los agentes cambiarios ascendió a $12.895 millones, similar al monto de ingresos observados en la misma fecha del año previo, los cuales se derivaron esencialmente por remesas familiares ($6.652 millones, 51,6% del total de ingresos).
Este año las remesas registran un incremento interanual de 6,1%, menor al 20,5% que se registraba el año pasado a esa misma fecha.
