Este viernes, los precios del petróleo subían ya que la renovada preocupación por la oferta mundial derivada de la prohibición rusa de exportar combustible contrarrestaba los temores sobre la demanda impulsados por los vientos en contra macroeconómicos y las elevadas tasas de interés.
Ambos referenciales BRENT y WTI (de referencia para Honduras), se encaminaban a una pequeña caída semanal después de haber ganado más de un +10% en las 3 semanas anteriores, en medio de la preocupación por la escasez de la oferta mundial, ya que la OPEP+ mantiene los recortes de producción.
El petroleo WTI de Texas (entrega octubre 2023) ha operado a 91,03 dólares el barril, subiendo unos +1,40 dólares (+1,56%) frente a los 89,63 USD en el cierre del jueves, en Nueva York.
El petroleo BRENT (entrega noviembre 2023) ha operado a 94,40 dólares el barril, subiendo unos +1,10 USD (+1,18%) frente a los 93,30 USD en el cierre del jueves, en Europa.
Toshitaka Tazawa, de Fujitomi Securities Co Ltd., dijo que “el comercio se mantuvo agitado en medio de un tira y afloja entre los temores de suministro que se vieron reforzados por una prohibición rusa de las exportaciones de combustible y las preocupaciones sobre la desaceleración de la demanda debido a las políticas monetarias más estrictas en Estados Unidos y Europa”.
La compañía rusa Transneft suspendió las entregas de gasóleo a las terminales clave de Primorsk y Novorossiysk, en los mares Báltico y Negro, según informó la agencia estatal Tass.
Rusia prohibió temporalmente las exportaciones de gasolina y gasóleo a todos los países fuera de un círculo de 4 exestados soviéticos con efecto inmediato para estabilizar el mercado nacional de combustible, según informó el gobierno el jueves.
No obstante, los vientos en contra macroeconómicos siguen pesando en el ánimo de la demanda petrolera.
Analistas de Commerzbank indicaron en una nota que “son las señales de la demanda las que más pueden afectar a los precios del petróleo a corto plazo”.
HSBC elevó hoy viernes su previsión de precio del Brent a 90 dólares el barril para el cuarto trimestre y a 82,50 dólares para 2024, debido a la demanda récord de China y a la previsión de que los recortes voluntarios de la producción de Arabia Saudita se mantendrán hasta el segundo trimestre de 2024.