Janeth Yellen, secretaria del Tesoro, ve un riesgo decreciente de que Estados Unidos caiga en recesión y sugirió que una desaceleración en el gasto de los consumidores puede ser el precio a pagar por terminar la campaña para contener la inflación.
Sobre la posibilidad de una recesión, Yellen dijo que “mis probabilidades de que ocurra, en todo caso, han disminuido, porque mira la resistencia del mercado laboral y la inflación está bajando”.
“No voy a decir que no es un riesgo, porque la Fed está endureciendo la política”, dijo, en alusión a los 10 aumentos de tasas de interés de la Reserva Federal desde marzo de 2022, y posiblemente haya más por venir.
Sus comentarios contrastaron con las crecientes preocupaciones sobre la recesión en el otro lado del Atlántico. La actividad económica casi se estancó en la zona del euro, según los datos recopilados por S&P Global publicados el viernes. Los informes hicieron caer las acciones mundiales , mientras que los bonos subieron cuando los inversores huyeron a la seguridad en medio de una mayor ansiedad de que la política agresiva del banco central lleve a las economías a una recesión.
En EE UU, la actividad comercial se expandió a principios de junio al ritmo más lento en tres meses, frenada por una contracción más profunda en las fábricas.
Hasta ahora, la economía estadounidense ha demostrado ser resistente. Un informe de empleo de mayo mostró ganancias laborales que superaron las previsiones de todos los economistas. La construcción de viviendas y las ventas minoristas del mes pasado también han mostrado una resistencia sorprendente frente al agresivo ajuste monetario de la Reserva Federal.
Desaceleración del gasto
“Probablemente necesitemos ver cierta desaceleración en el gasto para controlar la inflación”, dijo Yellen en referencia al consumo. La medida central de los aumentos de precios, que excluye los alimentos y la energía, “es bastante alta”, dijo.
La publicación del índice de precios al consumidor de la semana pasada mostró que la tasa de inflación subyacente de mayo aumentó 5,3% con respecto a los 12 meses anteriores. El aumento del año pasado en los costos de la vivienda, que solo se incorpora al IPC con retraso, fue el culpable de parte de ese aumento.
La tasa general del IPC fue de 4% en mayo, muy por debajo de máximo de 9,1% alcanzado en junio del año pasado.
“La inflación realmente ha bajado mucho, y hay más en camino”, predijo Yellen, en parte debido a un ajuste esperado en el mercado inmobiliario.