La economía nacional está demandando más combustibles este año y esto repercute en algunas industrias y en la captación de impuestos. Según la balanza comercial del primer trimestre del año, se compraron 6.1 millones de barriles de gasolinas, un 14,6% más (775.500) que a mazo de 2022 cuando se adquirieron más de 5.3 millones de barriles.
El diésel y el bunker concentran más del 50% de las compras con 1.9 y 1.4 millones de barriles, respectivamente. El bunker creció un 33,2% y el diésel un 18,1%.
La gasolina superior es el tercer combustible con mayor demanda con 967.400 barriles, aunque la compra se redujo un 1,8%. La regular creció 21% y sumó 778.100 barriles, mientras el kerosene bajó 7,2% a 171.100 barriles y el gas LPG creció 0,5%.
En total se importaron 604 millones de dólares en gasolinas, la mayor parte en diésel con 248.3 millones de dólares y gasolina superior con 112.7 millones de dólares. Les siguen el bunker, $94 millones, la regular $82.1 millones y el gas LPG con $43.5 millones.
En cuanto al origen de los combustibles importados, los Estados Unidos fue el principal proveedor de los refinados, con una participación de 75,4%, seguido de Bahamas con 13,5% y Panamá con 3,3% del total, entre otros.
Por su parte, el valor importado de los lubricantes registró un valor de $31.6 millones, $5.3 millones más que lo alcanzado entre enero y marzo del año anterior. De igual forma, las importaciones de energía eléctrica suministrada por el Mercado Eléctrico Regional (MER) contabilizaron $2.7 millones, 25,1% más que lo reportado en el primer trimestre de 2022.
(VEA: El comercio hondureño cayó en $453 millones de dólares en primer trimestre)