El riesgo de país mide la probabilidad de incumplimiento de las obligaciones financieras de una nación debido a factores que van más allá de los riesgos inherentes a un préstamo. De esta manera, cuanto mayor sea el riesgo, peor calificación recibirá el país.
De esta probabilidad dependerán en gran medida temas de relevancia como la inversión extranjera o el acceso a financiamiento internacional, variables importantes para la generación de empleo y la producción de bienes y servicios. El riesgo país tiene en cuenta variables relacionadas con el entorno macroeconómico, la estabilidad política y el marco jurídico e institucional.
¿De qué depende el riesgo país?
Las calificaciones de un país dependen de varios factores tales como los factores económicos como el Nivel de déficit fiscal (Ingresos vs Gastos), Crecimiento del PIB, Relación Ingresos/deuda, Consistencia de las políticas macroeconómicas, Grado de apertura comercial y financiera, y Grado de diversificación de las exportaciones.
Entre los factores sociales están; Turbulencias políticas y Presiones políticas sobre el gasto público.
Factores Institucionales: Solidez y credibilidad de las instituciones, Estabilidad jurídica y tributaria, Seguridad pública.
¿Quién mide el riesgo país?
Existen diferentes formas de cálculo de este indicador, por lo que diferentes agencias o instituciones lo realizan, pero los principales referentes a nivel mundial son las mediciones que realizan las agencias Moody’s, Standard & Poor’s (S&P), JP Morgan Chase y Fitch.
¿Cómo afecta el riesgo país al ciudadano del común?
A la hora de invertir se debe poner en la balanza el riesgo y la rentabilidad. En nuestro caso, si el riesgo país es alto, significa que el dinero de los inversores corre un alto riesgo de pérdida, es por ello que la única forma de incentivar las inversiones es compensar con más rentabilidad.
Tradicionalmente, se ha considerado que los bonos soberanos de Estados Unidos son una de las inversiones más seguras y con menor riesgo de impago, aunque con una baja rentabilidad. A partir de ellos, se valoran los bonos soberanos del resto de economías.
Así, dado que el riesgo país de Honduras es más alto, sus bonos soberanos deben ofrecer no solo el rendimiento que ofrecen los bonos estadounidenses sino una prima adicional que compense los riesgos que tiene que asumir el inversionista por invertir en Honduras.
El siguiente ejemplo nos puede ayudar a clarificar la situación: digamos que usted tiene 1.000.000 de lempiras y quiere invertirlos. Estados Unidos le ofrece que si lo invierte con ellos le pagará 5% de rendimiento en un año con bajo riesgo; Honduras, por su parte, le ofrece el mismo 5% pero con un riesgo medio de pérdida.
En este caso usted se verían incentivado a invertir su dinero en el país del norte, dado que esta economía es más fuerte y estable que la hondureña, lo que supone un menor riesgo en la inversión, es por ello que Honduras debe ofrecer más rentabilidad, digamos un 13% (indicador de riesgo de junio de 2022 es de 8,01%), en ese momento usted puede empezar a comparar, entre una rentabilidad segura del 5%, o una correr un poco más de riesgo a cambio de obtener el doble de rentabilidad.
Otra de las razones por las que el riesgo país es importante es porque afecta las condiciones de financiamiento de un país. Así, a medida que aumenta el riesgo país, se encarece la tasa a la que le prestan en los mercados internacionales.
Volviendo a nuestro ejemplo anterior, mientras que a Estados Unidos le prestan al 5%, a Honduras le prestan al 13% (índice de riesgo actual es de 8,01%), pues existe una mayor probabilidad de impago. Actualmente, Honduras presenta un desbalance fiscal, y si a esto se suma un aumento del riesgo país, se podrían ver afectadas las inversiones que tanto requiere nuestra nación.
Debe recordar que un riesgo país bajo se traduce en endeudamiento internacional barato, que se puede reflejar en más gasto público que genere beneficios económicos y sociales. Además este indicador es un referente para inversionistas privados, ya que refleja la situación económica de un país y permite comparar entre grupos de países permitiéndole decidir a qué países llevara sus inversiones.
Esas inversiones pueden traducirse en generación de empleo y crecimiento de la actividad productiva, de ahí la importancia de mantener esta variable bajo control y procurar siempre por su disminución.