Las autoridades fronterizas de Estados Unidos detuvieron a 210.000 migrantes que intentaron cruzar la frontera con México en marzo, el mayor total mensual en dos décadas y que subraya los desafíos en los próximos meses para el presidente estadounidense, Joe Biden.
El total de marzo supone un aumento de 24% con respecto al mismo mes del año anterior, cuando se detuvo a 169.000 migrantes en la frontera, lo que supuso el inicio de un aumento de la migración que dejó a miles de niños no acompañados atascados en estaciones de la patrulla fronteriza abarrotadas durante días mientras esperaban ser alojados en refugios gestionados por el gobierno.
Los 210.000 migrantes detenidos en marzo, cifra hecha pública en una presentación judicial el viernes por la noche, es el total mensual más alto registrado desde febrero de 2000, según las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos que se remontan al año 2000.
Otros 11.000 inmigrantes intentaron entrar por un paso legal en la frontera suroeste en marzo sin un visado o permiso válido, según la presentación judicial. Aproximadamente la mitad de los migrantes encontrados en marzo fueron expulsados en virtud de la orden del Título 42, según la presentación judicial.
Biden, un demócrata que asumió el cargo en enero de 2021, se comprometió a revertir muchas de las políticas de inmigración de línea dura de su predecesor republicano, el expresidente Donald Trump, pero ha luchado tanto operativo como políticamente con el alto número de intentos de Cruce.
Los republicanos, que esperan ganar el control del Congreso de Estados Unidos en las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre, dicen que la flexibilización que Biden ha hecho a las políticas de Trump ha fomentado la inmigración ilegal.
Aumentará en mayo
Los funcionarios de Biden han anunciado que la migración podría aumentar aún más después de que los funcionarios de salud de Estados Unidos dijeron que pondrán fin el 23 de mayo a una orden fronteriza obligada debido a la pandemia. La orden, conocida como Título 42, permite que los solicitantes de asilo y otros migrantes sean expulsados rápidamente a México para evitar la propagación del covid-19.
Aunque más de la mitad de los migrantes encontrados en la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos meses proceden de países como México, Guatemala, Honduras y El Salvador, cada vez llegan más migrantes de lugares más lejanos, como Ucrania y Rusia.
Las autoridades estadounidenses se preparan para detectar a un máximo de 18.000 migrantes al día en las próximas semanas, pero también se preparan para aumentos menores.