La aplicación del subsidio de la energía a “ciertos” consumidores de menos de 150 kilovatios hora al mes “no es sostenible” financieramente porque usa fondos públicos y presiona los ingresos de la empresa privada, señalan analistas de energía y dirigentes empresariales.
La medida también es contraria a reducir el déficit administrativo y financiero de la estatal de energía, sostiene Kevin Rodríguez, experto en materia energética y ex director de la AHPER.
Señala que al cubrirse con fondos públicos, 60% (más de 300 millones de lempiras al mes), significa una erogación de más de 3,300 millones de lempiras este año (11 meses), fondos que no tiene el Gobierno que ha declarado una emergencia fiscal y financiera.
La Secretaria de Energía dio a conocer la aplicación del subsidio para febrero, pero que sale en el recibo de este mes, donde se agrega el cobro adicional a varios clientes con un consumo mayor. Aunque se aseguraba que se aplicaría a consumos de más de 500 kwh, varios consumidores sostiene que se aplica a consumos de 200 , 300 y 400 kwh, que son del sector residecial.
Las nuevas tarifas, subsidios y recargos, no fueron publicadas por el ente regulador (CREE) que mantiene el alza del 25% en el primer trimestre del año.
Para Rodríguez el proceso debe establecer el monto del traslado mensual de Finanzas a la ENEE, por el subsidio que se aplica cada mes.
“La ENEE arrastra un déficit acumulado de miles de millones de lempiras (más de 62.000 millones), recauda unos 2.500 millones al mes para pagar proveedores, salarios y facturas, no tiene capacidad de cubrir el subsidio a 1.3 millones de personas y si no recupera eso 540 millones va a colapsar”, apuntó.
La administración anterior también aplicó subsidios y la Secretaría de Finanzas no cumplió con las transferencias totales, reclamaron los sindicalistas de la ENEE.
Las pérdidas financieras aumentaron 58% en el 2021
Rodríguez estima que los subsidios a la energía eléctrica “no seguirán por mucho tiempo, ya que su principal obstáculo es la crisis financiera y económica que atraviesa a Honduras”.
Para el analista la reducción de pérdidas, más del 30% de lo que se genera, es el paso obligado para mejorar la situación financiera de la ENEE y acelerar la licitación de 650 megavatios de energía a menores precios y así buscar alternativas para subsidiar a población de menor ingresos.
Para el sector privado la historia es diferente. Rafael Medina, Director de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT) señaló que la aplicación de “subsidios cruzados para empresas e industrias, incluso residenciales, que consumen más de 500 kwh tendrán un fuerte impacto en la economía”.
“Si hay subsidio que lo cubra el Gobierno a través de los impuestos que todos pagamos, no tienen porque cargar a un sector lo que consume otro, eso no es correcto. Cambiar las reglas para la inversión provocará más daño que bien al país”, declaró.
“Es importante mencionar que no todo aumento en el costo de producción se dirige hacia el precio de la venta por temas de mercado, ¿Qué afecta?, aparte del precio, la rentabilidad de los empresarios y muchas de esas pequeñas y medianas empresas son de subsistencia”, añadió.