Aunque el gobierno y la empresa privada se centran en la crisis financiera de la estatal de energía, la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) no tiene un mejor panorama.
De acuerdo al balance general al 31 de diciembre de 2018, se registran pérdidas “por 203 millones, 936.239 lempiras”.
Los ingresos por servicios de telecomunicaciones reflejan una caída desde hace unos años, sobretodo en los servicios de telefonía fija (61.6 millones de lempiras), mientras se mantienen los gastos operativos y administrativos.
Según el informe financiero, Hondutel tiene “cuentas por pagar por 2.921 millones de lempiras”, sobretodo en materiales, bienes y servicios.
Los directivos y sindicalistas han solicitado el apoyo estatal, vía aprobación de endeudamiento con la banca privada para aplicar “un plan de rescate”, tal como se promueve con la ENEE.
Para la ministra de Finanzas, Rocío Tábora los niveles de pérdidas son inadmisibles, pero que esperan el planteamiento oficial de las autoridades de Hondutel de “cuáles son los escenarios y las alternativas de salida a esta problemática”.
La funcionaria, que integra la junta directiva de Hondutel, reconoce que la estatal registra menores inversiones y tiene un alto presupuesto, que al igual que otros entes públicos tiene un alto gasto en salarios y prebendas laborales.
Facturación millonaria
Aunque Hondutel tiene un déficit, mantiene un fuerte ingreso por la telefonía. La facturación telefónica de 2018 fue de “865 millones 861.040 lempiras”, confirmó el departamentos de Planificación de Hondutel.
La cifra es menor en 61 millones a lo registrado en 2017 (927.5 millones de lempiras), además hay una mora pendiente de los entes gubernamentales.
Esto demuestra, dice el economista Fernando García, que “es un buen negocio a pesar de que no han podido invertir en telefonía celular y reducir los precios que ofrecen las privadas”.
García estima que el gobierno tuvo la oportunidad de utilizar las utilidades (en años anteriores) como respaldo de crédito en cualquier banco y poder competir en el lucrativo negocio de la telefonía celular.
Todavía, opina, hay tiempo de revertir el deterioro financiero pero se necesita voluntad política ya que los mismos trabajadores estarían interesados en recuperar la empresa.