Por Infobae/Dinerohn
Ante el alto número diario de infectados por coronavirus en Estados Unidos, debido a la circulación de las nuevas variantes, las autoridades de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) volvieron a recomendar a las personas el uso de tapaboca en interiores pese a estar completamente vacunadas, pero solo las ciudades o regiones con altas tasas de transmisión de COVID-19.
Los funcionarios federales de salud todavía creen que las personas completamente vacunadas representan una cantidad muy pequeña de transmisión, según las fuentes. Aún así, algunas podrían tener niveles más altos del virus de lo que se entendía anteriormente y potencialmente transmitir el virus a otros, dijeron.
Es por eso que los CDC invirtieron el martes el rumbo de algunas pautas de enmascaramiento, recomendando que incluso las personas vacunadas vuelvan a usar máscaras en interiores en partes de los EE UU donde el coronavirus está aumentando.
Citando nueva información sobre la capacidad de la variante Delta para propagarse entre las personas vacunadas, los CDC también recomendaron máscaras de interior para todos los maestros, personal, estudiantes y visitantes de las escuelas, independientemente del estado de vacunación.
Muchas ciudades ya habían comenzado a exigir que incluso las personas completamente vacunadas usaran máscaras en público. Hay excepciones para quienes comen o beben mientras están sentados en un restaurante o bar. En mayo pasado, los CDC retiraron la directiva de uso de mascarillas para las personas vacunadas en Estados Unidos.
Cambio de dirección
En mayo pasado, los CDC habían retirado la directiva de uso de mascarillas para las personas vacunadas en Estados Unidos, pero ciudades como Los Ángeles y Filadelfia restablecieron el mandato. La transmisión comunitaria y los niveles de riesgo personal son dos factores para tener en cuenta, según los expertos.
Las vacunas contra el COVID demostraron ser efectivas contra las versiones más duras de la enfermedad que conllevan hospitalización y muerte. Pero expertos afirman que no es igual para todos y que la gente debe considerar factores como la transmisión comunitaria, los niveles de riesgo personal y su propia tolerancia al riesgo para decidir qué les conviene.
Hoy Estados Unidos vive dos realidades respecto al COVID. Por un lado, el alarmante aumento de los casos provocado por la variante Delta, la más contagiosa surgida hasta la fecha, en zonas de baja inoculación, que ha enlentecido considerablemente su paso. Y por el otro, el 80% de las personas mayores completamente inmunizadas, el promedio de muertes diarias se mantiene en 200, mucho menos que las 3.500 durante la peor ola de contagios en el pasado invierno boreal.
Más del 97% de los hospitalizados no están vacunados, dijo la semana pasada la directora de los CDC, Rochelle Walensky. En tanto, el 99,5% de las muertes se produjeron entre no vacunados, indicó el fin de semana pasado Vivek Murthy, alta autoridad médica del gobierno.
Walensky defendió las recomendaciones de mayo respecto de la mascarilla y subrayó que los CDC siempre dijeron que las comunidades y las personas deben considerar las condiciones locales. “Si uno se encuentra en una zona con una alta tasa de casos y baja tasa de vacunación (…) ciertamente debería usar mascarilla si no está vacunado”, dijo. Y si tiene la “protección excepcional de las vacunas” igual “puede tomar la decisión personal de agregar capas de protección si lo desea”.