A pesar del impacto de la pandemia del Covid-19, la mayoría de los bancos se mantienen con ganancias este año, pero Banrural, de capital guatemalteco-hondureño, enfrenta una pérdida de 287 millones de lempiras.
Las cifras preliminares de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), al 30 de septiembre, confirman que son seis meses consecutivos de pérdidas, aunque destacan una leve reducción en comparación con el mes de junio.
Banrural Honduras ha sentido el impacto de la pandemia, luego que en el primer trimestre, junto a su casa matriz, iniciaron el proceso de fortalecer los indicadores de solvencia, a través de deuda subordinada con un plan de inyecciones de capital escalonado en tres años (en proceso de aprobación por el regulador de Guatemala, en julio anterior).
Según los analistas de Fitch Ratings, el requerimiento regulatorio de cobertura de reservas de al menos 110% (recientemente se modificó a 100%) de los préstamos vencidos “ha deteriorado de forma relevante los niveles de rentabilidad del banco”.
Fitch estima que la rentabilidad será negativa en 2020 por el deterioro de la cartera ante la disminución de la capacidad de pago de sus deudores y la reducción en la recaudación promedio de la cartera.
Capitalización es la clave
Aunque los expertos estiman que los socios deben aportar más capital, para reducir los riesgos de deterioro en sus indicadores de capitalización, la CNBS informa que el capital y reservas de Banrural se mantiene en “1.894 millones de lempiras”, apenas 60 millones más que en diciembre.
Banrural reporta este año una caída en sus activos de cerca de 2.000 millones de lempiras, además en su cartera de créditos y depósitos. Sin embargo, se mantiene entre los primeros ocho bancos en el ranking bancario.