Los envíos podrían caer a 470.000 millones de dólares
La cantidad de dinero que los trabajadores migrantes envían a casa caería un 14% en 2021 en comparación con los niveles anteriores a la pandemia de coronavirus en 2019, de acuerdo a una estimación del Banco Mundial.
Los flujos de remesas a países de ingresos bajos y medianos bajaría un 7% a $508.000 millones en 2020, antes de un nuevo descenso del 7,5% a $470.000 millones en 2021, según el informe sobre migración y desarrollo del Banco Mundial.
Aunque la proyección para Latinoamérica es menor, los expertos del BM advierten del impacto a los gobiernos. En Honduras los envíos de remesas familiares se recuperan este año después de caer en abril mayo, pero el impacto de la pandemia podría sentirse en el 2021.
El tibio crecimiento económico y los niveles de empleo en los países que acogen a migrantes, además de los débiles precios del petróleo y la depreciación de las monedas de los países emisores de remesas frente al dólar son factores detrás de la caída, estima el Banco Mundial.
“El impacto del Covid-19 es generalizado cuando se ve a través de la lente de la migración, ya que afecta a los migrantes y sus familias que dependen de las remesas”, dijo Mamta Murthi, vicepresidenta de desarrollo humano del Banco Mundial, que agregó que la entidad seguirá trabajando con socios y países para mantener el flujo de remesas.
Europa y Asia oriental sufrirán la caída más pronunciada de remesas en 2020 y 2021, del 16% y 11%, respectivamente, y Asia central también sufrirá una caída del 8%.
Los flujos de remesas son una fuente vital de financiamiento externo para los países de ingresos bajos y medianos. El año pasado alcanzaron un nivel récord de $548.000 millones, mayor que los flujos de inversión extranjera directa de $534.000 millones y de la asistencia para el desarrollo en el extranjero de unos $166.000 millones.
El Banco Mundial advirtió que se espera que la brecha entre flujos de remesas y la inversión extranjera directa se amplíe aún más a medida que esta última disminuya de manera más pronunciada.
Es probable que la población de migrantes internacionales disminuya este año por primera vez en la historia reciente, ya que la nueva migración se ha desacelerado y más personas regresan a sus países de origen después de que el levantamiento de los confinamientos nacionales dejó a muchos trabajadores migrantes varados en los países de acogida, señaló el Banco Mundial.